Nota del Editor
En la década de los años 70 un joven periodista, Sergio Mariano Colina, compró una pequeña casa en una aldea del valle del Nalón, en Asturias. Los vendedores dejaron numerosos enseres y en su desván, entre otros muchos trastos, se escondían dos grandes cajas que contenían efectos personales de dos hermanos que habían sido hijos de esa casa. En una de las cajas encontró un fajo de cartas que tenían el remite de Delfina –la hermana– además de varios diarios personales y un hermoso dibujo de una escultura en un jardín desconocido.
En la otra caja halló la correspondencia que Sebastián –el hermano– había dirigido durante años a su hermana monja.
Con todo ello, y varias entrevistas a los familiares que aún vivían y a algún vecino que los había conocido, Sergio Mariano reconstruyó la historia de los dos hermanos, o, mejor dicho, las dos historias. El manuscrito nunca se llegó a publicar por razones que desconocemos y permaneció guardado durante décadas. En una exposición sobre jardines en el arte organizada en un museo de Gijón había una pequeña obra del conocido pintor Rusiñol, en la que se veía una estatua de Hércules en un templete enmarcado por verde vegetación. A pesar de que la cartela indicaba el lugar como desconocido, un visitante reconoció de inmediato los jardines barceloneses de la Granja Martí-Codolar. Preguntados los responsables de la institución confirmaron que la obra había sido una donación del Sr. Colina. Siguieron las pesquisas y el viejo periodista se encontraba ingresado en una residencia de ancianos. Comenzaron así una serie de regulares visitas que desembocaron en una amistad y en la entrega del manuscrito.
Todos estos hechos acaecieron cuando se estaba preparando la edición de un libro sobre el jardín del Pasatiempo, uno de los protagonistas de esta historia. Por ello creemos que es el momento de que vea la luz la historia del Hércules catalán y su fiero león gallego. Sebastián y Delfina pervivirán en la memoria de los lectores que se acerquen a este fascinante relato, a estas dos azarosas vidas, separadas por 1.000 km, hermanadas por los avatares de la condición humana en continuos escenarios ajardinados.
El joven artista Marcel Rubio ha puesto toda su fértil narración gráfica y realiza un relato paralelo en imágenes de la relación epistolar entre Delfina y Sebastián.
Ignacio Somovilla, editor.
Sobre los autores
SERGIO MARIANO COLINA (1940-2023) nació en la población cacereña de Trujillo y cursó estudios de periodismo en Madrid. Se trasladó a Asturias al inicio de los años setenta y trabajó en diversos periódicos y radios de la región, encargándose de diferentes secciones, aunque siempre centrado en el ámbito de la literatura y de la cultura en general. Una selección de sus artículos fue publicada en el 2015 en dos volúmenes bajo el título Retazos de una vida. Artículos 1972-2010. Enfermo de alzhéimer residía en el hogar para ancianos de Amandi (Villaviciosa, Asturias) donde falleció el 15 de diciembre del 2023.
MARCEL RUBIO JULIANA (Badalona, 1991) se expresa principalmente mediante el dibujo y la pintura, si bien su acercamiento a la creación tiene que ver con narrativas que provienen de la literatura o el medio cinematográfico. Estudió en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Pau Gargallo (Badalona), donde se graduó en 2007, para posteriormente cursar el grado de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, que finalizó en 2013. Desde entonces, ha presentado su obra en numerosas exposiciones en diferentes espacios artísticos. La obra de Marcel Rubio Juliana se caracteriza por su interés por los referentes antiguos, en especial la pintura, la escultura y la arquitectura italiana del Renacimiento y del Barroco. Ha creado una iconografía propia, fruto de la observación natural de modelos tanto humanos como animales y vegetales. No teme afrontar grandes temas como el amor, la muerte o la resurrección que amalgama sin pudor con elementos de la vida cotidiana o de la cultura popular. Este es su primer libro ilustrado.